Pan Negro.

Agustí Villaronga es uno de los directores de cine de género más menospreciados de la historia, seguro tiene un nombre en España y en el mundo del cine en nuestro idioma pero inexplicablemente su nombre no retumba entre la escena del cine de terror/fantástico como debería. Villaronga es el genio tras obras maestras como la perturbante Tras el Cristal y 99.9, dos cintas sumamente atmósfericas, estilizadas y maravillosamente tenebrosas, en el año 2002 realizó una co-producción mexicana, Aro Tolbukhin: en la mente del asesino, un experimento entre ficción y documental sobre un asesino serial que quemaba a sus víctimas vivas, que bien podría decirse es de las producciones mexicanas más interesantes de la última decada. La reciente generación lo conoce por El mar, una épica de odio y violación que ha tomado mayor reconocimiento con el paso del tiempo, si le preguntas a Guillermo del Toro sobre su acercamiento al músico Javier Navarrete (El Laberinto del Fauno) te dirá que durante la ejecución de las escenas de El Espinazo del Diablo escuchaba desde sus audífonos el score de El mar.

Aunque Agustí nunca se ha ido, podemos decir que a regresado al campo que lo dió a conocer, el de la épica de epoca cruda y retorcida, Pan Negro, la cual no luce como su cine más negro, pero cumple con su fino ojo, su fotografía exquisita, y la marca que el caos deja en los infantes. Página oficial por acá.