Si en los últimos 5 años haz sido un buen seguidor del cine fantástico con conexión a internet, seguro sabes lo que muchos sabíamos antes de que la web fuera de uso doméstico, Fantasia es el festival que empezó el movimiento vanguardista de cine de género en América, no es el primero, es el que se atrevió a tomar riesgos y traer a este continente lo más inovador, extremo y oscuro del género.
En 1996 Pierre Corbeil, André Dubois y Martin Sauvageau cumplierón su sueño, proyectar prints originales de las películas más bizarras del mundo fantástico en un momento en que el cine de genéro estabá por lo suelos, una especie de Sundance de lo macabro, donde trabajarón duro para tener luz verde y la visita de los realizadores que estabán al filo de la navaja en Asia. Durante este tiempo Fantasia se escribía y se articulaba Fant-Asia o FanTasia, para enfatizar la ola asiática, pero desde un principio los programadores Mitch Davis y Karim Hussain (The Beautiful Beast, 2006 aka la belle Bette) se enfocarón en toda calse de títulos que encajaran con el rumbo que el cine de género tomabá, sin imoprtar la nacionalidad. Obviamente la escena del mundo fantástico puso atención inmediata y dentro de un par de años nacierón muchas leyendas, sobre todo dentro del cine de terror.
El impacto más interesante de Fantasia, fué el esfuerzo por atraer una audiencia apasionada y de calidad a cada función, encajando perfectamente bien en el target audience, donde como arte de magia Davis no sólo creaba una gran expectativa por sus curaduría, además abarrotabá las salas como si se tratará de los estrenos más grandes de Hollywood. Esto le dió un prestigio y el primer spotlight en el medio del género mundial, pues lograr una fila de gente a lo largo de cuadras y cuadras para ver una peli de Jim Van Bebber es un milagro de los dioses, nadie se lo merece más que el director más indie en la historia del cine de género gringo.
Entre 1996 y 1997 sin duda Fantasia se convirtió en el festival donde cada director del mundo fantástico quería asistir, atraidos por el trato, el respeto, el lugar que se les dabá, parecía el paraíso de este lado del mundo. Por suerte el estudiante de cine Alex Chisholm decidió rodar un documental de 10 mintuos sobre esa semana de freaks para una clase, ese pequeño ejercicio se convirtió en In The Belly of the Beast, el primer y el único documental sobre el festival, que captura sin querer mediante 80 minutos los comienzos del la nueva ola del cine terror, un accidente que es un docuemnto historico de la revolución que Fantasia estabá encabezando.
En In The Belly of the Beast (1997) vemos muchos candid moments como a el gringo anarquista Chas Balum supervizando las exhibiciones de estos chicos canadienses, es maravilloso ver a el maestro trabajando y soltando la lengua como un buen amante del terror. En otro momento vemos a un joven y desconocido Nacho Cerda presentando su cortometraje Aftermath por primera vez, ese corto que regresaría el hardcore al terror. En otro momento vemos a Jim Van Bebber llorar al descubrir que su work in progress Charly's family (titulada años despues The Manson family) esta sold out, un momento clave pues esa peli era considerada la cinta que marcaba la voz del nuevo cine de género Américano, triste ver que se estrenaría 10 años despues, cuando sus ideas, estilo y visión habían sido robadas por toda una generación. En plena calle, al lado de la larga fila de cinefilos, Karim Hussain le dice a Bebber, "esto es una muestra de creemos en lo que estas haciendo", fuck!, aún me llega al corazón.
En el resto de los 90s, Fantasia repitió con el cine asiatico lo que logró con las exhibiciones de los primeros Américanos en el fest, trayendo los primeros trabajos de un desconocido Takashi Miike, que se convirtió en un favorito instantaneo. Revivierón el cine de Agustin Villaronga con su 99.9, el cual fué la introducción para toda la gama de expertos de género gringos que desconocían Tras el Cristal (1987) y regresarón el interes a los cortometrajistas de terror con exhibiciones legendarías de Nocturnu (1998) y Love from Mother Only (2003) de Dennison Ramalho, Cutting Moments de Douglas Buck y Aftermath (1994) y Genesis (1998) de Nacho Cerda, los tres directores que se covirtierón en los dioses del cine de terror sin tener un sólo largometraje.
Pero nada, absolutamente nada, se le compara al mejor descubrimiento de Mitch Davis, las pelis de Ringu (1997). Recuerdo bien aquel volumen de Fangoria magazine donde se reseñaba Fantasia 1998, Hideo Nakata era proclamado el mesías del terror, cada crítico y cada nota hablabán del mayor descubrimiento del cien asiatico en años. No paso mucho tiempo para que cada publicación del género aclamará a Fantasia como al festival que se le debía esta joya, una joya que no vió la luz en América desde su exhibición en el festival, pues Ringu se disitribuyó 6 años despues en el resto del mundo y se convirtió en un fenomeno hasta que Hollywood estrenó el remake (2002). Pero Fantasia estuvo ahí desde el principio, cuando Ringu era una película hecha para televisión japonesa con el nombre de Ringu Jiko ka (1995) dirigida por Chisui Takigawa, 2 años antes de la versión de Nakata y 7 años antes de que los teen pop adoptarán a Japon como la cosa de moda y años antes de que sobrarán las imagenes de la niña palida de cabellera larga y vestidos blancos.
Si alguien se merece un cheque por cada peli asiatica de terror que aterrizá en DVD semana trás semana, sin duda son los chicos de Fantasia, pero sobre todo, se merecen nuestro respeto y ovación por luchar por la cultura del cine fantástico y por entregar sus almas al género sin esperar nada a cambio... bueno, esperando darnos sustos y shock en un mundo lleno de Hollwyood wanna be's. ¡Gracias Fantasia!
Acá les dejo un link a el primer featurette del festival, aquí mi spot favorito en la historia del festival, acá el link al programa de cortometrajes de Small Gauge Trauma 2010 para que descubran quienes son las leyendas del mañana.
Viva mother fucking Fantasia!
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